Orduña comenzó con el proyecto de Comedor Municipal en 2009, camino de la transición agroecológica y con la intención de desarrollar un sistema de alimentación local. Después de analizar las necesidades y recursos locales se identificó la necesidad de una cocina. La residencia de ancianos contaba con una cocina pero la escuela de Orduña no. Sin cocina no era viable transformar el comedor escolar. Después de analizar las distintas alternativas, se pensó adaptar la cocina de la residencia que está a cinco metros de la escuela. Para ello, atendiendo al Departamento de Salud del Gobierno Vasco, la cocina institucional de la residencia se debía reconstruir para tener una nueva cocina central. En 2010 el colectivo Urdunako Udal Sukaldea (Ayuntamiento, agencia para el desarrollo, asociación de baserritarras, pequeño comercio, comunidad escolar) comenzó a trabajar. Después de seguir todos los pasos exigidos por la Administración, la cocina central construida con dinero público da servicio a la residencia de ancianos pero no a la escuela. El Departamento de Educación ha concedido su permiso pero ahora el Departamento de Sanidad quiere echar atrás el proyecto que ya se aceptó en su momento.

La residencia de ancianos ofrece comida ecológica desde marzo de 2015, las niñas y niños de la Escuela de Orduña no pueden participar en este proyecto puesto en marcha en colaboración por todo el pueblo, se les niega ese derecho. Este proyecto, además de mejorar la alimentación, impulsa la economía local y la creación de nuevos puestos de empleo en el primer sector y en servicios. Se pide poder comer lo que se produce en el pueblo, cocinadolo en el pueblo.

El 31 de marzo las familias y alumnado de la escuela de Orduña harán una kalejira a partir de las 17:30, reivindicarán un comedor escolar ecológico, local y de temporada.