Para lograr que las instituciones públicas modifiquen sus posturas y políticas y escuchen nuestras demandas, es clave que una comunidad fuerte y organizada ejerza una presión tal que consiga persuadir a las instituciones. Para ello tendremos que trabajar en dos sentidos: movilizar a la sociedad e implementar estrategias de incidencia política.

1. Sumar apoyos

Para llegar a influir en las decisiones y políticas que afectan a nuestro comedor necesitaremos conseguir que buena parte de la comunidad que lo rodea se posicione y movilice a favor de nuestras demandas, ganando credibilidad y fortaleza. De ahí, que antes de dirigirnos a las instituciones públicas debamos centrar nuestra atención en, primero, captar su atención, y después, obtener su apoyo y compromiso.

Cada persona o colectivo que se incorpore contribuirá a nuestra causa. No obstante, nuestra experiencia es que conseguir la implicación de un número creciente de familias resulta esencial, tanto para la consecución de nuestros objetivos, como para dar continuidad al proceso educativo y de transformación fuera del centro. También será determinante que la dirección asuma el cambio de gestión como una responsabilidad propia, y que la persona responsable de comedor esté comprometida con ello, por lo que os recomendamos dedicar esfuerzos específicos a la movilización de estos agentes.

Conseguir la movilización social requiere que planteemos diferentes acciones que pasan por la ocupación y la presencia en los espacios públicos para denunciar, reivindicar, educar y sensibilizar sobre nuestra propuesta. Os recomendamos hacerlo potenciando la creatividad, lo afectivo, la conexión con lo cotidiano, los nexos entre lo local y lo global, la diversidad y la pluralidad. En el apartado de sensibilización y comunicación  os explicamos más detenidamente cómo lograr trasladar nuestros mensajes y “enredar” a nuestra comunidad, algunos ejemplos podrían ser:

  • Realizar charlas y talleres (más información próximamente), a partir de los materiales que os pasamos.
  • Utilizar materiales de difusión que ya existen como este video de GPGA para difundirlos entre la comunidad.
  • Crear nuestro propio material original como este de Jan Gurie o este que hicieron las familias de la escuela de Miribilla contra la exclusión y en favor de la diversidad.
  • Crear un perfil en redes sociales para difundir información relacionada.
  • Participar y contar nuestras reivindicaciones en espacios lúdicos o días especiales del centro educativo. Por ejemplo, impulsando alguna actividad extraescolar como las que contamos en el apartado de proyecto educativo

Puede que a un pequeño centro le parezca una labor imposible cambiar una ley, pero tened en cuenta que vuestras reivindicaciones son muy parecidas a las nuestras y a las de otras muchas personas y colectivos. Podemos conseguirlo pero es imprescindible que tejamos alianzas que nos permitan llegar más alto y más lejos.

Hoy en día la iniciativa Gure Platera Gure Aukera (GPGA) se dedica a agrupar todas las denuncias que está habiendo sobre el funcionamiento actual de los comedores escolares en Euskadi y todas aquellas propuestas que pretenden que sean más sanos, justos, educativos, cercanos y agroecológicos. Podéis sumaros a su manifiesto y también participar en las acciones de incidencia que desarrollan continuamente.

Además, hay algunas zonas donde diferentes colectivos se han organizado y están trabajando en red para que sus demandas tengan un mayor recorrido. Este es el caso de Berton Bertokoa, plataforma que agrupa a madres y padres de las escuelas de Atxondo, Abadiño, Durango, Elorrio y Iurreta, o Jan Gurie, iniciativa que aglutina a todos los centros educativos de Urdaibai.

También a nivel estatal se ha creado la “Plataforma por una Alimentación Responsable en la Escuela”, que apuesta por un cambio de modelo en la gestión de los comedores escolares, así como de los comedores de hospitales, residencias y otras colectividades. Este es su manifiesto. Podéis apoyarlo individualmente o como organización.

Por otra parte, nuestra experiencia hasta ahora es que aliarse con las administraciones locales resulta muy útil para alcanzar estamentos más altos. Por ejemplo, nos hemos dado cuenta que las AMPA que han conseguido el apoyo de su ayuntamiento o comarca han accedido mucho más fácil a entablar contacto con el Departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura que las que lo han intentado por su cuenta.

2. Definir nuestra propuesta

Muy probablemente tenemos en común que queremos un cambio de modelo de comedor escolar que se base en la caracterización de los comedores que propone GPGA, pero puede que nuestra realidad y demandas no sean exactamente iguales.

En esta guía os proponemos dos caminos diferentes: para quienes no tenéis cocina  en vuestro centro y para quienes sí la tenéis. Nuestra estrategia de incidencia política será diferente en algunos aspectos si lo que vamos a demandar a las instituciones públicas es que nos permitan construir una cocina, recibir la comida de una cocina central municipal, poder cogestionar la cocina que ya tenemos o cualquier otra opción, por lo que lo primero será consensuar esto.

3. Analizar a quienes nos dirigimos: mapa de poder

De cara a escoger la mejor estrategia de incidencia a seguir, es muy importante identificar y caracterizar a todas aquellas personas, grupos, organizaciones e instituciones que van a tomar decisiones o van a influir en cómo éstas se tomen. Una forma sencilla de hacerlo es elaborar un “mapa de poder”.

Esquema donde los bloques están separados y hay tres tipos de flechas: desde agentes organizadores salen hacia indecisos, blanco y alianzas representando que la estrategia debe ir hacia esos tres grupos con acciones diferenciadas y habría otra flecha que iría de opositores a blanco y otra de alianzas a blanco.

Agentes indecisos:

Agentes organizadores:

 

Blanco:

 

Opositores:

 

Alianzas

El mapa de poder consiste en dividir a los distintos agentes que toman parte del proceso en 5 grupos, definiendo claramente quiénes son y algunas cuestiones como las que os planteamos a continuación:

Son quienes vais a realizar la campaña de incidencia, todas las personas que hayáis conseguido movilizar hasta ese momento. Podrían ser la AMPA, el claustro, el personal de comedor, algunos colectivos y personas proveedoras, la ADR de la comarca, etc.

Necesitamos preguntarnos:

  1. ¿cuáles son nuestras fortalezas y debilidades?
  2. ¿qué capacidades y recursos tenemos para hacer incidencia?

Quienes toman las decisiones que afectan a las políticas públicas relacionadas con el comedor o influyen en quienes las toman, que pueden ser tanto instituciones como personas dentro de estas instituciones. En los centros educativos el primer órgano de toma de decisión política a quien debemos dirigirnos es el OMR. Una vez logrado su apoyo,  en los centros de educación infantil las competencias están repartidas entre los ayuntamientos, que son los propietarios de las instalaciones, y el Departamento de Educación del Gobierno Vasco, quien decide sobre lo que se realiza en los colegios, incluido el servicio de comedor. Además, aunque no deciden directamente, el apoyo a nuestra propuesta por parte del ayuntamiento, de las Diputaciones o de otros departamentos del Gobierno Vasco (Salud, Desarrollo Económico, Medioambiente…), podrían sernos favorables por lo que podríamos considerarlos como un blanco también.

Algunas preguntas que podemos hacernos son:

  1. ¿En qué estamentos y qué procedimientos se siguen para tomar esas decisiones?
  2. ¿Qué opinión tienen sobre nuestra propuesta?
  3. ¿Con qué información cuentan sobre la situación actual y las posibles alternativas?

Desde nuestra experiencia a menudo la clave para conseguir su implicación es perseverar unidas en el deseo de cambio y plantearlo desde una posición a la vez enérgica e ilusionante.

Alianzas: Personas, grupos u organizaciones que respaldan vuestros objetivos y con quienes podríamos trabajar en red para conseguir los mismos objetivos. En este grupo entraría lógicamente GPGA, como iniciativa que aglutina las demandas y propuestas en torno a otros modelos de comedor escolar. Otros ejemplos podrían ser alianzas tipo Berton Bertokoa o Jan Gaurie, otros centros que tengan demandas similares a la nuestra y con quienes podamos aunar fuerzas, o colectivos y asociaciones locales que compartan nuestros objetivos (entidades sociales, ecologistas, cooperativas de producción agroecológica, asociación de comercio del municipio,…), etc.

Con respecto a ellas deberíamos preguntarnos:

    1. ¿Existen coaliciones o es necesario establecerlas?
    2. ¿Qué están dispuestas a hacer?
    3. ¿Cómo de comprometidas e informadas deben estar para seguir siendo alianzas?
    4. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de aliarnos con cada una?

Opositores: Personas, grupos u organizaciones que se oponen a la transformación del modelo de comedor y que debemos conocer bien para contrarrestar su poder de influencia. Opositores podrían ser las empresas de catering en general, la de vuestro centro en particular, algún/os partido/s político/s, o también puede ser que personas dentro del centro con cargos de poder que por miedo o desconocimiento se opongan y boicoteen algunas de nuestras propuestas.

Nos preguntaremos:

    1. ¿Por qué se oponen? ¿Se podría llegar a acuerdos en algunos puntos?
    2. ¿Cuáles son sus argumentos?
    3. ¿Cuáles son sus intereses, estrategias, agenda?
    4. ¿Sobre quiénes ejercen influencia y qué se puede hacer para reducirla?
    5. ¿Existen algunos puntos sobre los cuales se podría lograr un acuerdo con ellos?

Personas o grupos que por falta de información, de motivación o de interés, no tienen una posición definida sobre el tema en cuestión, pero a los que es estratégico persuadir y convencer. Puede ser que buena parte de nuestra comunidad escolar esté en esta posición, lo que requeriría hacer esfuerzos de sensibilización y movilización social. También pueden estar aquí personal técnico de instituciones, partidos políticos, medios de comunicación… Con respecto a ellas podemos preguntarnos:

    1. ¿Qué otras organizaciones, grupos o personas tienen interés en el tema pero no han asumido una posición al respecto?
    2. ¿Por qué no se posicionan? ¿Qué necesitarían para hacerlo?
    3. ¿Qué opinión tienen sobre la propuesta que hacemos? ¿Y sobre los agentes organizadores? ¿Y sobre las alianzas y opositores?

4. Estrategia y acciones

Una vez definidos nuestros objetivos e identificados todos los agentes que intervienen, definiremos cuál es la mejor estrategia para convencer a las personas e instituciones que influyen en cómo es el comedor e iremos planeando:

  1. Acciones: qué actividades, tareas o actos vamos a ir realizando para conseguir los objetivos de nuestra estrategia.
  2. Elección de roles: es importante buscar perfiles de personas que ejecuten diferentes roles necesarios en el trabajo de incidencia política como son el de portavocía ante los medios de comunicación, el de mediación para facilitar la toma de decisiones en el grupo o el de negociación, que representará al grupo ante las autoridades. Estos roles pueden desempeñarlos una o varias personas siempre pensando en que se adapten a sus capacidades y favorezcan la  diversidad del grupo (género, procedencia, etc.)
  3. Recursos: se refiere tanto al equipo de personas con quienes podemos contar para el trabajo, como a los materiales disponibles y al presupuesto que tenemos disponible (o si no lo tenemos, pensar de dónde lo vamos a sacar).
  4. Cronograma: con las tareas a desempeñar repartidas por tiempo. Es recomendable que contabilicemos un tiempo extra para contemplar posibles demoras e imprevistos.

Aunque cada estrategia será diferente en función de vuestro contexto, habitualmente hay tres tipos que se repiten en todas ellas. A continuación os ponemos las estrategias más comunes y algunos ejemplos de actividades que se han hecho dentro de cada una:

En el apartado de sensibilización y comunicación os contamos algunos trucos para lograr la atención de los medios. En resumen es recomendable:

Un primer paso es acercarnos al primer órgano de decisión que tenemos a nuestro alcance, el OMR para conseguir su apoyo y una vez lo tengamos poder actuar en nombre del centro. Por ejemplo, desde GPGA se ha elaborado una propuesta para acordar en los OMR, que tiene como objetivo solicitar en nombre del centro al Departamento de Educación que modifique la normativa en vigor para adecuarla a un nuevo modelo de comedores que responda a las demandas actuales. Aquí encontraréis el documento explicativo  y aquí podéis descargar el documento para aprobar en el OMR.

Otra opción que nos puede facilitar la concesión de una reunión, es crear un manifiesto, petición o documento que recoja lo que solicitamos y hacérselo llegar a la institución o instituciones que consideremos oportunas. Por ejemplo, con la campaña “Ningún centro sin cocina”, aprovechando que la Comisión de Educación del Parlamento Vasco aprobó una Proposición No de Ley que insta al Gobierno Vasco a construir cocinas en los centros educativos públicos que así lo demanden, GPGA aprovechó para crear un modelo de solicitud que pueden descargarse los centros y enviar al Departamento de Educación. También los 7 centros que integran Berton Bertokoa han creado su propio documento para exigir al Gobierno Vasco y al ayuntamiento la construcción de cocinas.

Para conseguir reunirnos con responsables políticos, deberemos buscar razones de peso y tener un respaldo social importante. Por ejemplo, algunos de los contactos que ha establecido GPGA con el Gobierno Vasco han sido por la presentación del estudio de comedores escolaresel fraude que cometieron las empresas de catering con el amaño de precios o la reflexión que se está haciendo de la normativa eb los últimos meses para su posible modificación.

Esos actos pueden convertirse en una verdadera demostración de fuerza al mostrar el apoyo social bajo el que se amparan. Además, pueden servir para sumar gente, interesar a la prensa, o conseguir activar a las instituciones a las que queremos llegar.

Puede ser algo más formal como la congregación de organizaciones y colectivos para presentar  un manifiesto, aprovechar un evento reivindicativo que pueda resultar más lúdico como el Jaialdi de Berton Bertokoa o una movilización propiamente dicha, como la kalejira que organizó Orduña para denunciar las trabas que se estaban poniendo para que la cocina central municipal abasteciese al comedor.