Nuestro margen de maniobra está condicionado. Si la mayoría de centros son gestionados por unas pocas grandes empresas de catering no es porque lo hayan elegido, sino porque, en el año 2000, el Gobierno Vasco reguló el funcionamiento y la gestión de los comedores escolares de los centros públicos. Centralizó la gestión buscando universalizar el servicio y eliminar la heterogeneidad en la estructura organizativa y en los costes. La mayoría de los centros privados concertados, a pesar de no verse afectados por esa regulación, apostaron por equiparar sus servicios a los de los centros públicos.
Es el llamado modelo de gestión directa. En él, el Departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura del Gobierno Vasco es un actor lejano apartado del día a día que se hace cargo de la contratación del servicio a través de una licitación única y tramita los expedientes de contratación. Una vez adjudicado el contrato, el centro escolar se encarga básicamente de gestionar el pago a la empresa y de cobrar las cuotas a las familias. Hasta ahora solo siete empresas de catering han sido adjudicatarias de este servicio, ya que el Gobierno Vasco pide unas condiciones que son solo accesibles para aquellas de gran tamaño.
Una de las grandes consecuencias que derivan del modelo de gestión directa es que han dejado de construirse cocinas en los centros. Dos de cada tres ya no tienen, y eso condiciona enormemente las acciones que podamos emprender. Por eso hemos dividido las siguientes pautas en esas dos posibilidades, pinchad en la que os corresponda.
Puedes averiguar más sobre la NORMATIVA que rige a los comedores hoy día entrando AQUÍ.