Ya está en marcha el proyecto para la cocina de la escuela Murumendi de Beasain. La obra de este centro está recogida en el documento «Plan de infraestructuras 2019-2023» del Departamento de Educación. Esta escuela pública de Beasain cuenta actualmente con un sistema de catering. Tras la obra en la antigua casa del portero, situada junto al comedor, tendrán cocina en la escuela. Para conocer todo esto hemos entrevistado a su directora Karmele Arraiza Ruiz de Zuazo.
– ¿Cómo van las obras de cocina?
En septiembre conocimos la primera versión del proyecto. Conocimos este proyecto con el arquitecto de Lakua y el equipo de arquitectos que se encargará del proyecto de cocina, con la presencia del jefe de estudios, el personal de office y el responsable de comedor, a los que hicimos sugerencias para que tomaran en consideración diversos matices.
– Es un caso especial el vuestro. Usaréis la casa del portero para hacer la cocina.
Dentro del edificio escolar se encuentra la vivienda que perteneció al conserje. El conserje se jubiló hace 2 años y la vivienda se quedó vacía, y el Ayuntamiento nos la dejó para las necesidades de la escuela. Hasta ahora hemos utilizado ese espacio para realizar talleres, exposiciones, juegos interiores, o actividades periódicas. Pero, cuando empezamos a hacer una primera reflexión en favor de los productos autóctonos y ecológicos, vimos que las ubicaciones de la vivienda y las medidas que tiene eran muy adecuadas y se combinaban fácilmente con nuestros deseos.
– Habéis recorrido un largo camino. ¿Cómo habéis llegado hasta aquí?
Entre los que hacemos las comidas diarias en la escuela, a menudo se suele hablar de la calidad de la comida en el comedor.
El primer paso fue asistir a unas jornadas en torno a la alimentación. Allí conocimos a las y los miembros de la Justicia Alimentaria y EHIGE, después estuvimos en Bilbao, convocados por la plataforma Gure Platera Gure Aukera. También estuvimos en los encuentros Gozo que se organizaron en Bilbao. La verdad es que nos fuimos abriendo camino poco a poco y abordamos este nuevo reto con muchas ganas.
A nivel escolar desarrollamos un Plan estratégico e integral. En él, siendo el alumnado el eje, destacábamos la importancia de la alimentación saludable y la sostenibilidad, combinando criterios como la importancia de la alimentación en la salud, poner en valor el sector primario, conocer y compartir la experiencia de otros centros educativos de la comunidad (Allende-Salazar), etc.
– ¿Por qué os planteasteis promover cambios en el comedor?
En otoño de 2018 conocimos de primera mano la gestión de varias escuelas catalanas. Creímos que podíamos traer el modelo catalán. Por eso nos pusimos en contacto con diversos agentes de aquí, como la Agencia de Desarrollo Goieki, el Ayuntamiento de Beasain, el Centro de Salud de Beasain, Cáritas, también con representantes de una escuela que ofrece alimentos basados en productos ecológicos.
Al mismo tiempo, organizamos talleres y sesiones de formación en la escuela para alumnos y alumnas, profesorado, trabajadores del comedor y familias (Gure Platera Gure Aukera, Justicia Alimentaria, nutricionistas…) y creamos un grupo de trabajo formado por profesorado y padres y madres.
Sin embargo, antes de hacer cambios en el comedor, pusimos en marcha algunas iniciativas sencillas. Se realizó una campaña de hamaiketako saludable y los alumnos y alumnas comenzaron a traer frutas o frutos secos a diario, también tomaron parte activa en la gestión del compostaje y en la producción hortícola, se nombraron responsables del comedor (participantes en las asambleas del ciclo, miembros de las reuniones formativas de Gure Aukera Platera)…
– ¿Cómo han encauzado la petición de la cocina?
Solicitamos al Departamento de Educación en nombre del OMR. Aunque nuestra intención era preparar las comidas en la escuela y ofrecer una alimentación saludable, el primer paso era conseguir una cocina (hoy en día tenemos office) y nuestro proyecto se incluyó en el plan de Infraestructuras del Departamento de Educación.
– Una vez que tengamos cocina, ¿qué cambios quieren hacer en cuanto a alimentación?
Vamos a apostar por el nuevo modelo de gestión comedor, manteniendo una estrecha relación con los y las productoras, mejorando la calidad, pero sin levantar las cuotas que tiene el Departamento de Educación.
– ¿Alguna otra cuestión?
No podemos dejar de mencionar a todos los y las que nos han acompañado en este recorrido, comunidad escolar (grupo de profesores y profesoras, asociación de padres y madres Murumari, personal de comedor, alumnos y alumnas), Justicia Alimentaria, Gure Platera Gure Aukera, EHIGE, Departamento de Educación, escuelas piloto de la comunidad…
En este momento mantenemos una relación muy estrecha con el equipo de arquitectos del Departamento de Educación y nos cuentan de todos los detalles del proyecto, escuchando con atención nuestras necesidades.
Desde aquí el más sincero agradecimiento a todos y todas.