La situación generada por el COVID-19 también afecta a las y los productores. Xabier Zendegi, coordinador de Bionekazaritza  Asociación de Alavesa de Agricultura Ecológica, nos da su punto de vista y algún consejo para consumir productos sanos y sostenibles:

Ha llegado el Coronavirus y parece haber arrasado todo atisbo de normalidad. Las reuniones de cuadrilla y las celebraciones de familia han pasado a ser un recuerdo muy añorado. Las condiciones de trabajo parecen haber cambiado para casi todas y todos. Bueno para algunos no, las y los agricultores y ganaderos siguen produciendo, con la responsabilidad por bandera, alimentos para que no falte de nada a la población.

Cuando pensamos en esa idea generalizada que tenemos de las personas productoras, tenemos una imagen mitificada muy ligada al tradicional baserri vasco, donde además de unos pocos animales, siempre situamos una pequeña huerta que nos proporciona unas hortalizas que luego se venderán en el mercado. Pero hasta esta idea mitificada se ve alterada ya que la mayoría de los mercados de productores y productoras han sido suspendidos.

Es llamativo a más no poder cómo estos gobiernos, que tanto dicen pensar en las personas aunque las medidas no lo demuestran, han tomado la decisión de proponer cerrar los mercados de productores y productoras y sin embargo fomentan el consumo, publicidad incluida, de grandes cadenas de supermercados. En estos espacios cerrados y de aglomeración de gente, sí que está permitido consumir productos kilométricos procedentes de la otra parte del mundo y el pequeño productor ve sus canales de distribución torpedeados.

En un mundo en el que cada día se demuestra que la agricultura y la ganadería están en serios problemas de subsistencia, son precisamente los pequeños modelos agroecológicos los que resultan más rentables tanto social, ambiental y económicamente. Gran parte de esa rentabilidad pasa por la diversificación, transformación y venta directa de sus productos.

Parece que esta situación nos ha dado la oportunidad de recuperar el tiempo y la pausa necesaria para entre otras cosas valorar y pensar algunas cosas. Una de ellas es, cómo no, nuestra alimentación y la de los nuestros porque no se puede separar la alimentación de la salud, ni la salud de la alimentación.

Es necesario dar un vuelco al sistema alimentario que nos permita consumir productos sanos y sostenibles, para poder poner a las personas en el centro por encima de los intereses de las grandes distribuidoras. Es precisamente la agroecología la que nos muestra este camino, el del cuidado de las personas y el medio ambiente. Han sido muchos años de especulación con los alimentos, de explotación de las campesinas y campesinos, de desprecio del medio ambiente y engaños al consumidor.

Por eso es tiempo de pararse y pensar, ¿y ahora qué?

Todas las personas somos agentes activos de este cambio, desde las personas productoras que deciden ir caminando hacia la soberanía alimentaria, hasta el consumidor o consumidora que decide poner en valor la labor del campesino/a y le compra sus productos. Es el momento de dar el paso y contribuir en favor de un sistema alimentario justo social y ambientalmente.

Es también el momento de consumir con cabeza, de consumir con nombres y apellidos, de consumir local y razonable porque así, igual que cuidamos las personas, cuidamos nuestro territorio.

Xabier Zendegi Urzelai, Coordinador de Bionekazaritza